Los derechos de autor que garantiza el régimen internacional de protección de la propiedad intelectual, recogido por nuestro ordenamiento jurídico, están en tensión continua especialmente con el propietario de la obra. La necesidad de conciliar ambos derechos se afronta desde una clave que hay que asimilar: el derecho de autor merece alguna protección frente a la concepción de la propiedad como derecho ilimitado. Esa idea tiene reflejo en los convenios internacionales y en nuestro derecho, en la Ley de Propiedad Intelectual.